Título
Si damos este título a esta estrategia, es porque pretende que el niño interprete el tiempo y el lugar en el cuento que lee. Pero otros muchos títulos pueden servir; incluso se pueden hallar algunos que estén más en consonancia con la edad, o que respondan a algo más gracioso.
Participantes
A los niños no hay que fijarles ninguna condición especial para participar en este juego, excepto la que se exige en todas las animaciones: haber leído el libro. Sí será importante que el número de participantes no sea excesivo: que no sean ni menos de diez ni más de veinticinco.
Si el grupo es muy numeroso, será preferible dividirlo y realizar dos sesiones.
Objetivos
— Entender lo que se lee.
— Ejercitar la memoria.
— Distinguir tiempo y lugar.
Persona responsable
Un animador preparado y paciente, que lleve a cabo la animación con serenidad.
Deberá estudiar el cuento elegido y saber preparar las preguntas como si fueran adivinanzas.
Material y medios necesarios
Es conveniente que cada niño pueda disponer de un ejemplar del libro para leerlo unos días antes. Se debe disponer de ejemplares suficientes para que en dos semanas lo hayan podido leer todos.
Las “preguntas-adivinanzas” serán el otro material necesario, que tendrá que elaborar el animador. Se preparan tantas tarjetas como participantes; se pueden hacer en fichas de cartulina.
En cada una se escribe una pregunta, tomada de una idea del libro escogido para la animación, pregunta que deberá hacer referencia a un tiempo y a un lugar.
Tendrá que haberse elegido un libro que permita este tipo de preguntas. Si las fichas se hacen del tamaño de las cartas de la baraja, serán manejables y se repartirán fácilmente en el momento de realizar el juego.
Realización
El animador ha de tener bien aprendida la clave de las preguntas, para actuar acertadamente en la sesión. Asegurado esto, la animación puede desarrollarse así:
1. Los niños habrán leído el libro con antelación. En atención a la edad hay que procurar que la lectura sea reciente, no de un mes antes. En el caso de que no se hubiese podido leer el libro con antelación, si este es corto, se puede realizar la lectura al empezar la sesión.
2. Reunidos los niños con el animador, este resume el cuento, haciendo mayor hincapié en aquellas cuestiones que se quieren destacar.
3. A continuación, el animador reparte las tarjetas, cada cual con una pregunta. Se creará un clima de silencio para que cada niño pueda leer con atención su pregunta y preparar la respuesta.
Cuando el animador crea que todos los niños se han enterado de su pregunta, pedirá la respuesta correspondiente a cada uno de ellos. El niño debe contestar sin mirar el libro. Pero también cada participante debe saber que, si no sabe contestar la pregunta que le ha correspondido, no pasa nada. Si otros niños la saben, pueden contestarla sin más trascendencia.
4. Al final el animador resume la sesión y hace un comentario.
Tiempo necesario
Tendrá que destinarse todo el que haga falta, pero sin que resulte una sesión cansada. Por ejemplo, podrá durar unos treinta o treinta y cinco minutos.
Interés o dificultad
El juego se presta a que resulte una sesión muy animada. Si no es así, el animador debe estudiar todos los posibles fallos.
Como en la mayoría de las estrategias en las que es necesario haber leído el libro, la dificultad puede estar en la falta de hábitos de lectura del chico.
En cambio, el interés va unido al espíritu creativo, al valor del descubrimiento, a la necesidad de comunicar de alguna forma el gusto por lo leído, etc.
Análisis de la sesión
Si se realiza esta estrategia con niños poco lectores será lenta y el animador deberá tener mucha paciencia. Piense si el libro era demasiado complicado para que los niños pudieran captar todas las posibilidades. Analice también si le ha dado a la estrategia toda la alegría que era precisa.
Montserrat Sarto Canet
Del libro Animación a la lectura con nuevas estrategias,
SM, Madrid, 1998 (estrategia n.º 3)
Sección coordinada por Alicia Muñoz
con Quica Ripoll