Era evidente que, al plantear a Montserrat la cuestión de la autoría del libro que pudiera surgir de nuestras conversaciones, me había metido en un atolladero. Intentando seguir adelante, le pregunté si había dado vueltas a este asunto de contar su vida desde que tomó cuerpo la idea, el célebre “día del roscón”. —Yo, muchas…